
La leche materna: El mejor alimento para tu bebé
Aprende sobre su composición, beneficios, y consejos para una lactancia exitosa en este completo artículo para padres.
La leche materna es el alimento más nutritivo y adaptado para tu bebé durante sus primeros meses de vida. No solo proporciona todos los nutrientes esenciales, sino que también ofrece beneficios emocionales y de salud.
A continuación, te presentamos una guía completa para ayudarte a disfrutar de esta experiencia única.
Antes del parto: Preparativos para la lactancia
Busca apoyo
Reúne a todas las personas que puedan brindarte apoyo durante la lactancia, como tu pareja, familiares y amigos. Contar con un círculo de apoyo es fundamental para tu éxito.
Consulta a tu médico
Habla con tu médico sobre la lactancia y pregunta acerca de los servicios de apoyo que están disponibles en su consultorio, tanto antes como después del nacimiento de tu bebé.
Atención mamaria prenatal
Informa a tu médico sobre cualquier inquietud relacionada con tus senos, como cambios, cirugías previas o problemas hormonales. Esta conversación puede ayudarte a prepararte para situaciones especiales que puedan surgir.
Conoce los procedimientos del hospital
Infórmate sobre las políticas del hospital respecto a la lactancia. Pregunta si hay especialistas que puedan ofrecerte asesoramiento antes de que te den de alta.
Elige un extractor de leche
Considera la compra de un extractor de leche, que puede ser útil en diferentes situaciones, como regresar al trabajo. Aprende a limpiarlo adecuadamente para garantizar la seguridad de tu bebé.
Contacta con grupos de apoyo
Asiste a clases de lactancia prenatal o grupos de apoyo en tu comunidad, lo que te permitirá conocer otras experiencias y recursos útiles.
Prepara una lista de verificación
Empaca una lista de verificación para el hospital que incluya tus necesidades relacionadas con la lactancia, así podrás revisarla con el personal médico.
Durante el ingreso al hospital
Informa al personal médico
Haz saber al personal que planeas amamantar y solicita que tu bebé permanezca en tu habitación. Asegúrate de que se registre tu deseo de amamantar en tu expediente.
Alimentación exclusiva con pecho
Solicita que tu bebé sea alimentado únicamente con leche materna, a menos que sea médicamente necesario. Esto ayudará a establecer una buena lactancia desde el principio.
Consulta a una especialista en lactancia
Aprovecha la oportunidad de ver a una especialista en lactancia que pueda ayudarte con la técnica y resolver cualquier duda que tengas.
Después del nacimiento: La importancia de la lactancia
Amamanta lo antes posible
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que amamantes a tu bebé lo antes posible, preferiblemente dentro de la primera hora después del parto.
Lactancia piel con piel
Practica la lactancia piel con piel inmediatamente después del nacimiento. Esto ayuda a calmar a tu bebé y a establecer un buen suministro de leche.
Alimenta a demanda
Amamanta a tu bebé siempre que tenga hambre, lo que ocurrirá entre 8 y 12 veces en 24 horas. No te preocupes por la duración de cada toma.
Alterna entre ambos senos
Ofrece ambos senos para igualar la producción de leche. Permite que tu bebé termine de alimentarse en el primer seno antes de ofrecer el segundo.
Observa las señales de hambre
No esperes a que tu bebé llore para amamantarlo. Observa señales como el reflejo de búsqueda o un mayor estado de alerta.
Antes de salir del hospital
Consulta con un profesional
Pide a una especialista en lactancia que observe cómo alimentas a tu bebé y te ofrezca sugerencias.
Aprende a extraer leche manualmente
Conocer cómo extraer leche manualmente puede ser útil si tus senos están demasiado llenos.
Obtén contactos útiles
Recoge los nombres y números de los especialistas en lactancia del hospital para futuras consultas.
En casa: Manteniendo la lactancia
Busca ayuda si la necesitas
Si tienes preguntas o inquietudes sobre la lactancia, no dudes en contactar a tu médico o a un grupo de apoyo.
No ignores el dolor
Si sientes dolor o molestia al amamantar, busca ayuda de inmediato. No esperes a que se agrave la situación.
Mi leche: Una superdotada de la nutrición
Composición de la leche materna
La leche materna se adapta a las necesidades de tu bebé, proporcionando los nutrientes esenciales en cada etapa de su desarrollo. Desde el calostro hasta la leche madura, cada fase es crucial para el crecimiento y la salud del bebé.
Las tres etapas de la leche
- Calostro: Rico en proteínas y anticuerpos, es el alimento ideal durante los primeros días.
- Leche de transición: Se produce entre el tercer y el catorce día, con una composición más fluida.
- Leche madura: A partir de dos semanas, contiene todos los nutrientes necesarios para el crecimiento del bebé.
Adaptación a las necesidades del bebé
La leche materna cambia de composición a lo largo del día y durante cada toma, asegurando que tu bebé reciba la nutrición necesaria en cada momento.
¿Hasta qué edad es adecuada la leche materna?
La OMS recomienda la lactancia exclusiva durante los primeros seis meses y continuar hasta los dos años como complemento de una dieta diversificada.
Cómo extraer y almacenar la leche materna
Para asegurar una extracción y almacenamiento adecuados, sigue estos consejos:
- Limpieza: Asegúrate de que el extractor y los recipientes estén limpios y esterilizados.
- Preferir volúmenes de 60 a 120 ml (2 a 4 onzas) en cada recipiente para evitar desperdicios.
- Almacenar en refrigeración por un periodo máximo de 4 días, aunque se recomienda su uso en las primeras 48 horas, para evitar que se pierdan algunas características nutricionales y funcionales importantes de la leche.
- Almacenar en el congelador por un máximo de 6 meses. La mejor forma de descongelar la leche es pasarla al refrigerador o colocarla bajo agua corriendo. Posteriormente, se puede colocar bajo agua tibia, o colocar el recipiente en una olla con agua tibia.
- Nunca almacenar sobrantes.
- No calentar la leche en el microondas.
Durante el primer año de vida del bebé, sus necesidades nutricionales son mayores que las de un adulto
La leche materna es el alimento ideal para tu bebé durante los primeros 6 meses y la mejor base posible para una vida saludable. La leche materna ayuda a proteger a los niños contra la diarrea, las infecciones de oído, las infecciones respiratorias y las enfermedades alérgicas.
Los efectos protectores de la leche materna van mucho más allá de los efectos inmediatos durante la infancia y la niñez. Se cree que la lactancia también juega un papel en la disminución del riesgo de padecer algunas enfermedades importantes más adelante, como obesidad, diabetes, enfermedades cardíacas e hipertensión. Los bebés tienen barrigas pequeñas, pero grandes necesidades nutricionales.
Debido a su extraordinario ritmo de crecimiento y desarrollo, en combinación con sus pequeños estómagos, los bebés mayores y los niños pequeños requieren alimentos que sean relativamente ricos tanto en energía como en nutrientes.
Conforme los niños se vuelven más independientes para comer y están conscientes de lo que los demás están comiendo, es importante ser un buen ejemplo para seguir en la mesa familiar para que tu niño pueda aprender de ti la manera de elegir alimentos saludables y establecer preferencias alimenticias saludables.
Incluye frutas y verduras en las comidas, y si tú y otros miembros de la familia consumen estos alimentos, esto aumentará la probabilidad de que tu niño los consuma también.
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