¿Por qué las compotas son la mejor opción para tu bebé?

Aprende qué alimentos darle a tu bebé y cómo prepararlos, despierta su gusto por los sabores y cubre sus necesidades nutricionales y descubre porque las compotas GERBER® son una gran opción para la alimentación complementaria de tu bebé desde los 6 meses en adelante.

Cuidar la alimentación de tu bebé es fundamental para que su crecimiento sea adecuado, de esto dependerá gran parte de su futuro, por lo que este es un tema que genera muchas dudas, sobre todo, en padres primerizos.

La recomendación de la OMS es introducir nuevos alimentos sobre los 6 meses de edad, en alternancia con la leche materna, pero recuerda siempre seguir las recomendaciones de tu pediatra para favorecer el desarrollo del niño.

Cuando iniciamos este proceso, los bebés necesitan solo algunas cucharadas porque apenas será un complemento a su alimento principal: la leche materna principalmente o de fórmula. Así, que se trata de una pequeña probadita que nos permitirá evaluar cómo percibe esos nuevos sabores. Seguro que gradualmente podrás aumentar las cantidades y tipos de alimento.

Alimentar al bebé en esta etapa no es tarea fácil, los pequeños pueden reaccionar negativamente al cambio, ya sea física o emocionalmente, por eso debes tener en cuenta diversos factores

Mitos de las compotas GERBER®

A continuación, nos gustaría aclarar algunos mitos con respecto a las compotas GERBER® para garantizar la seguridad y tranquilidad en el uso de los mismos:

Mito: todas las compotas tienen saborizantes.

Realidad: esto es completamente falso, cada compota contiene fruta natural, la lista de ingredientes que se utilizan para su elaboración la puedes encontrar en la etiqueta, la cual se respalda con estudios realizados al producto después de su fabricación. A ningún producto GERBER® se le adicionan componentes artificiales, saborizantes o colorantes de ningún tipo.

Mito: las compotas tienen preservantes o químicos que nos son aptos para los bebés.

Realidad: falso, las compotas GERBER® están hechas con frutas naturales y no contienen preservantes ni conservantes. Las compotas GERBER® pueden permanecer dentro de frasco y conservar el sabor y vitaminas propias de la fruta, ya que su envasado se lo hace a través del sellado al vacío, lo que significa que se saca el oxígeno que está dentro del frasco y de esta forma se conserva durante más tiempo de forma natural.

Mito: las compotas tienen un sabor desagradable.

Realidad: las compotas están especialmente diseñadas para alimentar a los bebés a partir de los 6 meses, las compotas son hechas con frutas naturales. Por esto, inclusive en ocasiones pueden parecer insípidos para los adultos.

Mito: es mejor diluir las compotas para hidratar al bebé.

Realidad: las compotas GERBER®, no están diseñadas para ser diluidos.

Normalmente, el bebé debe permanecer hidratado con la leche materna y una vez inicia la alimentación complementaria se pueden ofrecer agua y jugos, los cuales se le deben brindar a lo largo del día. Solo en el caso de diarreas u otras enfermedades, se debe considerar un extra de líquidos indicados por un profesional de la salud. Las compotas tienen cantidades específicas de calorías y nutrientes, por lo que debe respetarse la porción según la edad del bebé.

Mito: las compotas GERBER® no se pueden llevar fuera de casa.

Realidad: las compotas GERBER® tienen un práctico empaque, lo que ayuda a la madre cuando sale de casa, ya que las puede llevar en un bolso o pañalera y así estar segura de brindarle un producto saludable, además tiene una gran variedad de sabores para disfrute de tu bebé.

¿Por qué las compotas GERBER son la mejor opción para tu bebé?

1. No tiene preservantes: Las compotas GERBER® están hechas con frutas naturales y no tiene preservantes, colorantes ni saborizantes artificiales, el envasado se lo realizará a través del sellado al vacío lo que permite que la compota se conserve mejor y durante más tiempo, puedes asegurarte que está bien sellado cuando escuches el ¡pop! al momento de abrirlo.
2. Alimentación para cada etapa: GERBER® te guía en la alimentación complementaria de tu bebé. Cuenta con variedades para distintas etapas para que sepas cuál es la compota más adecuada, de acuerdo a la edad en la que se encuentre tu bebé.
3. Hechas con frutas y verduras naturales: Desde la selección de ingredientes hasta llegar al frasquito, cuidamos todo el proceso de elaboración para asegurarnos de que las frutas y vegetales mantengan los nutrientes propios de la fruta.
4. Aporta nutrientes: GERBER® tiene vitaminas que son importantes para el desarrollo y funcionamiento del cuerpo, cómo el Hierro, que ayuda a prevenir anemia e infecciones, zinc que es vital para el metabolismo y la digestión y, además, ácido fólico que también ayuda en el desarrollo.

¿Qué debo darle de comer a mi bebé?

Las papillas y purés son muy importantes porque van a ser su primer contacto con el mundo de los sólidos, entonces hacerlo adecuadamente asegurará que tu hijo asimile fácilmente estos alimentos, pero también que guste de las comidas sanas.

Papillas sencillas

En los primeros días, incluye alimentos que no necesiten cocción, ni condimentos. Un ejemplo claro de esto son las frutas, como papaya, banano o pera, con las que puedes hacer papillas o purés y serán bien recibidas por el bebé, además de ser muy fáciles de digerir.

Cuando tu pequeño asimile estas comidas, podrás añadir verduras y otros alimentos preparados al vapor, con el fin de brindarle todos los componentes nutricionales que contienen naturalmente y con el paso del tiempo será posible añadir nuevos ingredientes.

Papillas coloridas y divertidas

Hacer purés de alimentos con colores llamativos como arándanos y fresas, en entornos de diversión harán que tu hijo disfrute la hora de comer y asimile muchísimo mejor los nutrientes que contienen.

En esta etapa, la mayor parte de los alimentos terminará en las manos y cara del niño, ¡es completamente normal! La clave está en hacerlo disfrutar de la comida y servir porciones pequeñas para que no haya desperdicios. Haz este espacio propicio para compartir en familia, con seguridad y amor.

Introduce las compotas progresivamente

Disfruta la aventura, ¡no hay afán! Introduce los alimentos paulatinamente y espera de 3 a 5 días para ver la reacción de tu bebé, esto te permitirá entender los cambios de su digestión y conocer sus gustos.

Este proceso es gradual, si el niño llora y no quiere recibir la comida, ¡no lo obligues! Lo importante es volver a intentarlo más adelante, con respeto y amor.

Los diferentes grupos de alimentos hacen aportes importantes a nuestro organismo, así que en los primeros años del bebé es importante incluir comidas que sean fuente de fibra, vitaminas, minerales, antioxidantes y proteínas.

La comida hecha para bebés es muy útil en este proceso, las etiquetas muestran los tipos de alimento y las edades mínimas en que pueden dársele. No olvides consultar con tu pediatra y tener en cuenta el punto anterior.

¡Tú también puedes preparar tus propias compotas!

No necesitas ser un chef experto para prepararle un puré delicioso a tu pequeño. Sigue este paso a paso para hacerlo más fácil:

1. Reúne los utensilios necesarios: Hacer una papilla es muy sencillo, así que no te enredes. Puedes usar una picadora o un tenedor de preferencia para moler el alimento, todo depende de su dureza.
2. Escoge el alimento: Lo recomendable es iniciar con las frutas porque no necesitan cocción, pero si ya estás en una etapa más avanzada puedes incluir verduras e incluso, proteínas como pollo, carne o pescado. Procura cocinar el alimento al vapor o con poca agua, así va a conservar mucho mejor sus nutrientes para ofrecérselo al bebé.
3. Sírvela con amor: Una vez tengas la preparación, procura tener a la mano la vajilla del bebé y servirlo en un plato que fomente su curiosidad. Recuerda que los colores y sabores son fundamentales para iniciar en este mundo de la alimentación, así que hazlo divertido.

¿Cómo elegir las mejores compotas para bebés?

1. Apariencia: las compotas GERBER® son ideales para la transición de la leche materna a los alimentos sólidos, ya que tienen una textura suave. Están hechas con frutas y verduras naturales que son nutritivas.
2. Color: Las compotas GERBER® no tiene colorantes artificiales, su color es natural debido a que son hechas con frutas naturales.
3. Sabor: La compota GERBER® tiene el sabor natural de la fruta, no tiene preservantes, colorantes ni saborizantes artificiales, convirtiéndola en la opción saludable para tu bebé. Recuerda incluir dos porciones de fruta en la alimentación de tu bebé todos los días.

Fomenta los buenos hábitos en tu bebé

Los niños son pequeñas esponjas que absorben conocimiento y copian todos los comportamientos de los adultos, así que aprovecha esto para inculcarles algunos hábitos saludables a la hora de ir a la mesa. ¿Cuáles? Aquí te dejamos una pequeña lista que puedes poner en práctica:

• Incluir frutas y verduras en la alimentación.
• Uso de elementos en la mesa: platos, cubiertos y servilletas.
• Comer en familia.
• Cambiar el biberón por una taza.
• Tomar agua.

Cambios esperados en tu bebé

Introducir una nueva alimentación supondrá muchos cambios en tu bebé y, como te dijimos anteriormente, es importante hacerlo de forma gradual porque está llevando a su cuerpo cosas diferentes a las que está acostumbrado asimilar como: azúcares, grasas y, además, son sólidos.

Uno de los principales cambios será en sus deposiciones, pues podrán ser de otro color, tener un olor más fuerte y su aspecto puede ser más sólido o líquido, según lo que coma el niño. ¡No te preocupes! Esto es algo totalmente normal, pues su sistema digestivo está aprendiendo a digerir cosas nuevas y necesita tiempo para acostumbrarse a ellas.

Recuerda probar con diferentes tipos de alimentos y, con el paso del tiempo, gran variedad para aportarle los nutrientes necesarios al bebé. En caso de que no reciba un alimento, no te resignes, con el paso del tiempo es bueno intentarlo nuevamente, verás que tu pequeño le toma el gusto.

En la variedad está el placer, por eso es importante ofrecerle diversos alimentos para que se acostumbre a comer de todo y aproveche los nutrientes. Aprende a detectar las señales que da tu hijo cuando tiene hambre, pero también cuando esté lleno, así sabrás en qué momento darle comida y cuando parar. ¡No lo sobrealimentes!